El litoral de Puerto del Carmen se extiende a lo largo de más de siete kilómetros y ofrece playas para todos los gustos. Playa Grande es la más famosa, una amplia franja de arena dorada y aguas tranquilas que invita a nadar o a tomar el sol. Los Pocillos y Matagorda destacan por su amplitud y su ambiente familiar, ideales para caminar descalzo por la orilla o practicar windsurf y paddle surf. Cada playa tiene su encanto particular, pero todas comparten un mismo hilo conductor: la limpieza, la accesibilidad y la luz inconfundible de Lanzarote.

El paseo marítimo, conocido como la Avenida de las Playas, es el alma de Puerto del Carmen. Es una avenida larga y peatonal que recorre toda la costa, bordeada de palmeras, tiendas, cafeterías y terrazas con vistas al mar. Por el día es el lugar perfecto para caminar, hacer deporte o disfrutar de un café frente al océano; por la noche, se convierte en un espacio animado pero tranquilo, con música en vivo y un ambiente cosmopolita. Desde cualquier punto del paseo se puede contemplar una panorámica espectacular del Atlántico y, en días claros, la silueta de Fuerteventura en el horizonte.

Más allá del bullicio turístico, el antiguo puerto de La Tiñosa conserva el espíritu original del pueblo. Allí, los pescadores siguen faenando cada mañana y los restaurantes ofrecen pescado fresco, lapas, pulpo y mojo verde. Pasear por sus callejuelas blancas, oír el sonido de las gaviotas y ver cómo las barcas se balancean suavemente sobre el agua es una experiencia que transporta al visitante a la Lanzarote más auténtica. La Tiñosa representa la esencia de Puerto del Carmen: la unión perfecta entre mar, historia y tradición.