MIRADOR DEL RÍO – LA VENTANA AL ARCHIPIÉLAGO CHINIJO
Situado a más de 470 metros de altitud, el Mirador del Río es uno de los puntos más impresionantes de Lanzarote. Desde aquí se domina toda la costa norte de la isla y se obtiene una vista privilegiada del Archipiélago Chinijo, compuesto por La Graciosa, Montaña Clara y Alegranza.
Diseñado por César Manrique, este espacio combina la arquitectura con el paisaje de forma magistral. Su estructura está excavada en la roca volcánica y se integra completamente con el entorno, ofreciendo un ejemplo perfecto de armonía entre arte y naturaleza.
El mirador está ubicado sobre el antiguo emplazamiento militar del “Batería del Río”, y Manrique lo transformó en un espacio luminoso, con amplios ventanales curvos que enmarcan las vistas del océano. En su interior, el blanco, el hierro forjado y la piedra volcánica se combinan para crear un ambiente cálido y acogedor.
Desde la terraza panorámica podrás contemplar cómo el mar separa Lanzarote de La Graciosa, un estrecho canal que da nombre al lugar: “El Río”. Es uno de los miradores naturales más bellos de toda Europa.
GALERÍA DE IMÁGENES DE MIRADOR DEL RÍO
EXPERIENCIA Y ENTORNO DEL MIRADOR DEL RÍO
La experiencia en el Mirador del Río comienza mucho antes de llegar. El camino serpentea por paisajes volcánicos y acantilados, revelando poco a poco la inmensidad del norte de Lanzarote. Al llegar, el silencio, la altura y la vista panorámica transmiten una sensación de calma y libertad difícil de describir.
En el interior encontrarás una cafetería con grandes ventanales, donde podrás disfrutar de un café mientras observas La Graciosa y las pequeñas islas del archipiélago. También hay una tienda de recuerdos con productos locales y una pequeña exposición sobre la historia del lugar.
A las afueras del mirador puedes detenerte en otros puntos panorámicos gratuitos, ideales para tomar fotografías o contemplar el amanecer. También es un punto de partida excelente para visitar el Volcán de la Corona o explorar la zona de los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes.
Los días despejados permiten distinguir con claridad las diferentes islas del archipiélago y los contrastes de color entre el mar y la roca volcánica. Al atardecer, los tonos dorados tiñen los acantilados del Risco de Famara, ofreciendo una de las imágenes más impresionantes de Lanzarote.
Consejo: lleva ropa cómoda y algo de abrigo, ya que el viento suele soplar con fuerza en esta zona elevada. Intenta llegar temprano para evitar colas y disfrutar de las vistas con mayor tranquilidad.





