La habitación se abre a una terraza privada con vistas al Atlántico y a la isla de Fuerteventura, un espacio ideal para comenzar el día con un café al sol o relajarse al atardecer mientras el viento marino acaricia suavemente el ambiente. Gracias a su orientación, la luz natural baña el dormitorio desde primera hora, creando un ambiente cálido, fresco y muy agradable durante todo el año.

Los tonos suaves de las paredes y los detalles en madera natural aportan equilibrio y serenidad, mientras que la ventana con carpintería azul —tan típica de la arquitectura lanzaroteña— conecta la estancia con el paisaje exterior y refuerza su identidad isleña. El mobiliario, funcional y elegante, junto con la cama doble de gran tamaño, convierte este dormitorio en un refugio perfecto para descansar y desconectar.

Frente a la cama, el acceso directo a la terraza ofrece una de las vistas más privilegiadas de toda la villa. Desde allí se contemplan las cubiertas blancas de las casas de Playa Blanca, el azul profundo del océano y, en días despejados, la silueta inconfundible de Fuerteventura en el horizonte. De noche, el cielo estrellado de Lanzarote ofrece un espectáculo que invita al sosiego.

Este dormitorio cuenta además con un amplio armario empotrado, perfectamente integrado en la pared, que permite mantener el espacio ordenado sin renunciar a la estética. Es ideal tanto para estancias cortas como para disfrutar de una larga temporada en la isla, ya que ofrece capacidad y funcionalidad a partes iguales.

Junto al dormitorio se encuentra un baño exterior muy grande y luminoso. Dispone de ventana al exterior que aporta ventilación natural, bañera con mampara y una elegante encimera de mármol con gran espejo. Los tonos claros, la amplitud y la luz que entra a raudales crean un ambiente relajante, perfecto para disfrutar de una ducha o un baño tranquilo tras un día de playa o excursiones por Lanzarote.

Todo en este dormitorio transmite calma, silencio y bienestar. Su ubicación en la planta superior garantiza independencia respecto al resto de la vivienda, manteniendo siempre una sensación de frescura gracias a la ventilación cruzada. Es el espacio ideal para quienes buscan intimidad, confort y una conexión directa con el entorno marino.

El conjunto de dormitorio, terraza y baño forma una experiencia completa de descanso dentro de Villa Dompi. Un lugar donde cada amanecer se acompaña de la brisa del océano y cada noche termina con el reflejo de la luna sobre el mar. Una estancia pensada para disfrutar del lujo sencillo de vivir frente al Atlántico.